Gaza despide 2025 entre ruinas, dolor y una frágil esperanza
Al finalizar 2025, los palestinos en Gaza esperan la llegada del Año Nuevo agotados, doloridos y con la frágil esperanza de que su "pesadilla interminable" pueda finalmente terminar.
Para los residentes del castigado territorio, la vida diaria es una lucha por la supervivencia.
Gran parte de la infraestructura de Gaza yace en ruinas, la electricidad sigue siendo escasa y cientos de miles de personas viven en tiendas improvisadas tras haber sido desplazadas repetidamente durante los dos años de combates que comenzaron con el ataque de Hamás contra Israel en octubre de 2023.
"En la Franja de Gaza vivimos una pesadilla interminable", dijo Hanaa Abu Amra, desplazada en Ciudad de Gaza. "Esperamos que esta pesadilla termine en 2026. Lo mínimo que podemos pedir es una vida normal: que se restablezca la electricidad y que las calles vuelvan a la normalidad", continuó.
En todo Gaza, territorio de más de dos millones de personas, las escenas de penuria son habituales.
Niños hacen fila con recipientes de plástico para recoger agua, mientras filas de tiendas se extienden por calles y espacios abiertos, dando refugio a familias que perdieron sus hogares.
Lo que antes eran barrios bulliciosos ahora muestran las cicatrices de los bombardeos, con la actividad diaria reducida a lo estrictamente esencial.
Para muchos el final del año es un momento tanto para llorar como para esperar.
En Ciudad de Gaza un adolescente pintó "2026" en su tienda, mientras un periodista de AFP observó a un artista local esculpir el mismo número en la arena en Deir el Balah, en el centro de Gaza.
El año que termina trajo pérdidas y miedo, explica Shireen Al Kayali. "Nos despedimos de 2025 con profunda tristeza y dolor", afirma.
"Perdimos a mucha gente y nuestras pertenencias. Vivimos una vida difícil y dura, desplazados de una ciudad a otra, bajo los bombardeos y en el terror", describe.
-- Esperanza para 2026 --
Su experiencia refleja la de innumerables gazatíes que se vieron obligados a huir repetidamente, a menudo con muy poco tiempo de aviso, llevando consigo únicamente lo que podían cargar.
La guerra, que se prolongó durante dos años, desarraigó a familias enteras, destruyó medios de vida y fragmentó comunidades.
Pese a la devastación, algunos residentes se aferran a la creencia de que el nuevo año podría traer el fin de los combates y una oportunidad para la reconstrucción.
Para muchos gazatíes la esperanza se convirtió en un acto de resiliencia, especialmente tras la tregua que entró en vigor el 10 de octubre y que detuvo en gran medida los enfrentamientos.
"Todavía esperamos una vida mejor en 2026. Hago un llamado al mundo libre para que ayude a nuestro pueblo oprimido", subraya Khaled Abdel Majid, de 50 años, que vive en una tienda en el campamento de Jabalia.
Faten al Hindawi expresó su esperanza de que la tregua ponga fin a la guerra. "Nos despediremos de 2025 dejando atrás su dolor, y esperamos que 2026 sea un año de esperanza, oración, determinación e historias de éxito", destaca.
Estas esperanzas se comparten en toda Gaza, aun cuando las condiciones sobre el terreno siguen siendo desesperadas.
Las agencias humanitarias advierten que persisten las carencias de alimentos, agua potable y suministros médicos, mientras que las condiciones invernales están empeorando la vida en los abarrotados campamentos de desplazados.
Entre los escombros y las tiendas, muchos gazatíes dicen que sus aspiraciones son modestas, solamente seguridad, estabilidad y dignidad.
S.Delgado--ESF